TítuloEl hombre no se doblega a los ángeles, ni cede por entero a la muerte, como no sea por la flaqueza de su débil voluntad

IlustradorFrederick Simpson Coburn

TítuloAllí volvió a examinar ansiosamente el papel.

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TítuloEl gato negro

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TítuloSobre su cabeza, con la roja boca abierta y el único ojo como de fuego, estaba agazapada la horrible bestia.

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TítuloPermanecía sola.

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TítuloBajaba…, seguía bajando suavemente.

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TítuloLevanté luego tres planchas del piso de la habitación y escondí los restos en el hueco

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TítuloLos ocho orangutanes esperaron pacientemente hasta medianoche para hacer su entrada.

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Título«¡Muerto! ¡Muerto!», que literalmente explotaban desde la lengua y no desde los labios del sufriente.

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TítuloEn cuanto a Lucresi — Es un ignorante.

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TítuloNos precipitamos en el torbellino… y entre el rugir, el aullar y el tronar del océano [...]

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TítuloSi sepulchrum amicae visitarem, curas meas aliquantulum fore levatas.

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TítuloY así la alegría se desvanecía súbitamente en el horror y lo más hondo se convertía en lo más horrible.

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TítuloEl hombre no se doblega a los ángeles, ni cede por entero a la muerte, como no sea por la flaqueza de su débil voluntad

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TítuloY entonces, en la atmósfera sacudida del aposento, se desplomó una enorme masa de cabellos desordenados: ¡eran más negros...

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TítuloEmprendimos camino, con fatiga, hacia los aposentos apenas menos lúgubres de la parte superior de la casa.

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TítuloPero allí, del otro lado de la puerta, estaba la alta y amortajada figura de Lady Madeline Usher.

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TítuloAbundaba allí lo hermoso, lo extraño, lo licencioso, y no faltaba lo terrible y lo repelente.

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TítuloEnderécese usted un poco, sujetándose a las matas si se siente mareado. Así. Mire ahora, más allá de la cintura de vapor...

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TítuloEn un pequeño patio pavimentado de la parte posterior ... encontraron el cadáver de la anciana señora.

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TítuloEl gigantesco animal había aferrado a madame L’Espanaye por el cabello (que la dama tenía suelto...

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TítuloAsí lo hizo, ajustándola al cuello, y en esa forma arrastró a su víctima hasta la orilla del río.

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TítuloAllí, en algún muelle mal iluminado, saltó a tierra

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TítuloD… corrió a una ventana, la abrió de par en par y miró hacia afuera.

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TítuloEs un primer nacido del rebaño —opuso Abel­-Phittim.

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