¿Quién te sedujo a tan insensata rebelión
desde la pura bondad de la Belleza inmaculada?
¿Tan desterrada de la verdadera sabiduría,
prefieres ingenio tan escuálido a versos en tu honor?
¿Escribir? ¿Garabatear? ¿No más que sinsentidos?
No escribiré sobre semejante tema:
escribir es de humanos; no escribir, de dioses.